Editorial

Reforma de notarios: pequeño avance

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El proyecto de ley que reforma el sistema de notarios y conservadores fue ingresado al Congreso durante el primer gobierno de Sebastián Piñera y aún no ve la luz, si bien recientes avances hacen que el actual aspire a lograr su aprobación antes de que finalice este año. Por muchos motivos, se trata de un sistema de un sistema arcaico, opaco, ineficiente y poco competitivo, que refleja y responde más a dinámicas del siglo XIX que el actual. Y como han corroborado diversos escándalos en años recientes, con demasiados espacios para el nepotismo, el fraude y la corrupción.

La presidenta de la comisión de Constitución lo expresó de forma cruda, pero certera, en diciembre pasado para referirse puntualmente a la forma en que son nombrados los notarios: es preciso, dijo “acabar con personas apitutadas o que tienen contacto, relación de parentescos o de amistad con las personas que nombran”.

Debe entenderse como un avance fijar un plazo para que los actuales notarios y conservadores con más de 75 años de edad cesen en sus cargos.

En este sentido, debe entenderse como un avance el hecho de que la comisión de Constitución del Senado despachara sala el articulado que fija un plazo de nueve meses para que los actuales notarios y conservadores con más de 75 años de edad cesen en sus cargos vía un traspaso ordenado de funciones, incluso aquellos que, nombrados antes de mayo de 1995, hoy tienen la calidad de vitalicios. Lo anterior no resuelve los problemas relativos a los nombramientos, claro, pero sin duda ataca la noción de que estos son cargos “de por vida”, o peor aun, de alguna forma hereditarios.

En otros aspectos, los costos notariales podrían bajar en hasta 95% con una mejor regulación, según un estudio de la FNE, lo cual requeriría poner el foco en aumentar la competencia entre notarios (con más notarías en zonas densamente pobladas, por ejemplo, además de reformar los nombramientos) y en introducir más tecnología en los servicios notariales.

Hace algo más de un año, el ministro de Justicia manifestó reparos respecto de “cómo está estructurado ese mercado (notarial) en transparencia y competencia” y estimó “impresentable seguir postergando esta reforma”. El trámite legislativo debe recoger ese sentido de urgencia.

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